¿Qué diferencias fiscales existen entre el renting y la compra de carretillas elevadoras?

Compra directa: Al comprar la carretilla, esta pasa a ser un activo de tu empresa. Esto significa que:
Amortización: La carretilla se registra en el balance de tu empresa y se amortiza durante su vida útil, permitiéndote reflejar la depreciación en cada ejercicio.
Deducción del IVA: Puedes deducir el IVA de toda la compra en el momento inicial, siempre y cuando uses la carretilla exclusivamente para el negocio.
Intereses deducibles: Si financias la compra con un préstamo, los intereses que pagues son deducibles como gasto financiero, lo cual ayuda a reducir tu carga fiscal.
Renting: Por otro lado, el renting funciona de forma diferente y tiene sus propias ventajas:
Deducción de cuotas: Cada cuota mensual se deduce como gasto, lo que facilita una reducción fiscal sin necesidad de amortizar el bien.
Deducción del IVA periódica: El IVA de las cuotas se deduce en cada liquidación periódica, lo que hace que el impacto sea progresivo.
Sin activos en balance: Al no ser propietario, no tienes que incluir la carretilla en el balance ni preocuparte por la amortización. Además, las cuotas suelen incluir mantenimiento y seguro, lo cual simplifica la gestión.
¿Cuál es la mejor opción para ti?
Si prefieres deducir el IVA de una sola vez y contar con el activo en tu balance, la compra puede ser lo más adecuado. Pero si buscas reducir gastos de manera constante y tener un gasto predecible cada mes, el renting es una opción que te permite planificar con mayor flexibilidad y sin inmovilizar capital.
¿Tienes dudas? Analizar estas diferencias puede ayudarte a hacer la mejor elección para tus finanzas y la operativa de tu negocio.